Investigación, núcleo de conceptos y laboratorio ecológico en Australia.

Diseño de casas

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By jacc2011

No hay mejor manera de evidenciar las ventajas de tu trabajo que actuar como ejemplo. Jeremy Bull y su pareja, Tess Glason, quienes dirigen el estudio australiano Alexander & Co., habían estado buscando adquirir una propiedad contigua a su hogar en Bondi Junction, con la intención de convertirla en la base de sus operaciones.

Vista de Alexander House desde el altillo hacia la cocina y área de café

«Optamos por materiales inherentemente imperfectos que revelen su antigüedad», Jeremy Bull | Anson Smart

Para ello, mantuvieron la fachada original del edificio, pero demolieron otras secciones para construir una vivienda de cuatro niveles –incluyendo un sótano que alberga parte de la oficina y la biblioteca de materiales–, que suma un total de 250 m². En la planta baja se creó una amplia área de día a doble altura, conectada a un patio interior.

El altillo, ubicado sobre la cocina, alberga un espacio de trabajo más tranquilo, una biblioteca y una sala de juntas, mientras que en el nivel más alto se encuentra un loft con un dormitorio. “Las limitaciones del sitio incentivaron nuestra creatividad al integrar las diversas funcionalidades que necesitaba nuestro equipo, donde cada uno de los cuatro niveles está diseñado para operar de manera independiente y adaptarse con el tiempo”, señala Jeremy.

“Cada espacio ofrece una experiencia residencial a nuestros clientes y crea un ambiente laboral flexible para nuestro equipo”.

Banquette de Alexander House

En el rincón del office, mesa a medida con cubierta de mármol, de Worldstone; silla Arkade, de Nanna Ditzel para Brdr. Krüger; aplique, de 27hundred; bancada de nogal creada en colaboración con Athol Wright, de CDF Studio, y lámpara de suspensión diseñada en conjunto con Shaun Dudley, de The Lighting Guild. Detrás del muro de cemento, hay un pequeño despacho. | Anson Smart

La elección de materiales procura lo que los arquitectos describen como una “sensación de descubrimiento”: madera recuperada de la estructura original, ladrillos de tierra compactada provenientes de desechos de construcción, cemento, revoco pulido y detalles en bronce y piedra. “Hemos optado por materiales y acabados que son inherentemente imperfectos, expresivos y que revelen su paso del tiempo”.

Detalle del comedor de Alexander House

Cuadro, de McLean Edwards. | Anson Smart

Los diseñadores han trabajado junto a artesanos y creadores locales para elaborar mobiliario y elementos de iluminación que se combinan con piezas vintage, algunas de las cuales son personalizadas.

Por último, aspectos arquitectónicos como la ventilación cruzada y los muros aislados, además de equipamiento como los dos tanques subterráneos con capacidad de 22.000 litros y un sistema de reutilización de aguas grises para uso sanitario y riego, una instalación fotovoltaica que genera entre el 60 y el 80 % de la electricidad consumida, y una “granja” de lombrices de la firma Subpod diseñada para procesar hasta 15 kg de desperdicios alimenticios a la semana, subrayan el compromiso del estudio por una arquitectura residencial que cumple con las normativas medioambientales.

Como declaración de intenciones, no está nada mal.

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